Infinito es el espacio que queda entre los suspiros y las palabras dichas, entre el placer y el dolor. La dualidad exquisita de los sobrenombres de las diferentes realidades que creamos en lugares inexactos de nuestras vidas. Infinito es el amor infrahumano, que no nace de nuestros corazones o nuestra mente, sino de esos trozos reconditos que ni nosotros conocemos. Infinito es lo que siempre se acaba. Lo que nunca regresa. Infinito es el todo y la nada. Es infinito...

miércoles, 2 de mayo de 2007

2004



Si la rueda cesara de danzar
lloraría en mi pasto
me recostaría y mojaría entera
así sintiéndome realmente sexy
verídicamente extasiada
excitada,
exhuberante
espantaría todo signo de deseo ajeno
para desearme sólo a mí misma,
solas... yo y mi cuerpo,
de mujer a mujer,
de vagina a vagina
de inmadurez a inmadurez
en un partido igualitario,
democrático.


Y así abriría una nueva ventana,
empollaría
- sola y egoísta –
una ruedecita
limpiecita
suavecita
que le diera sentido a este estado
y funcionara como cuerda
para este mal corazón
enardecido por aquel temprano final.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos mujer egoista.

Anónimo dijo...

del 2004 pero no te pasa nada ahora sobre eso?

juan manuel dijo...

hola niña
aca acabando de dar pruebas grotescas
pruebas inmorales
pero ahora mejor
saludotes